Last Night in Soho. (Review)
Last Night in Soho nos transporta a formas pretéritas de hacer cine, nos hace viajar a los años 60s, 70s al Giallo italiano. A los films de Dario Argento y Mario Bava, al terror sangriento, a los asesinos seriales, a cambiar el horror oscuro por una gran paleta de colores. Last Night in Soho abraza ese subgénero, lo trae al presente y lo recrea con mucho respeto y delicadeza.
Por Matías Linares
La dualidad que protagonizan Thomazin Mckenzie y Anya Taylor-Joy fluye, es orgánica. Ambas funcionan como individuos independientes y también siendo una sola cuando el film lo precisa.
La banda sonora es clave para la construcción estética y temporal del film. Last Night in Soho es una artesanía, cada uno de sus detalles marcan la diferencia para dar como resultado una cinta difícil de olvidar.
El terror, el suspenso y el drama se combinan de una gran manera y crean un ambiente que mantienen en vilo al espectador durante toda la película.
Last Night in Soho apuntaba a ser una de las grandes películas del año que corre y en efecto, lo es. Porque es original, porque tiene una premisa clara y se desarrolla en base a ella, sin baches. Porque nos transporta a otra época, no solo por estar ambientada tanto en el presente como en el Londres de los años 60 sino porque trae a la actualidad un cine que ya no vemos, un cine que ya no se hace.
Matias Linares
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